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jueves, 26 de mayo de 2011

El romanticismo III

MANUEL ACUÑA



El gran amor de su vida fue Rosario de la Peña, una mujer sumamente atractiva que según parece, influyó tanto en su ánimo que mucho tuvo que ver con su trágica muerte. Ella despertó por igual la desesperada pasión de Acuña, el deseo de Flores, la senil adoración de Ramírez y el cariño devoto de Martí.
Cuatro hombres a los que ella, con sus encantos; llevaba a los extremos poéticos con el fin de satisfacerla y halagarla. Ellos se reunían en su casa convertida en tertulia, donde cada uno exponía sus nuevos versos, se hablaba y debatía de filosofía o de bibliografía.
Era tan desenfrenado y perturbador el amor que Acuña le tenía a Rosario, que le impidió disfrutar de sus mejores momentos como poeta, cuando ya era reconocido su genio, su calidad como escritor y nadie dudaba de su exitoso futuro.
No se sabe con certeza cuál fue el motivo por el cual Manuel Acuña aquel 6 de diciembre de 1873 decidió dejar de existir luego de ingerir cianuro de potasio. Su cadáver cuyos ojos estaban cerrados se dice, derramaban lágrimas.
Su cuerpo fue velado por sus amigos en la Escuela de Medicina y sepultado el día 10 de diciembre en el Cementerio del Campo Florido. A su entierro asistieron representantes de las sociedades literarias y científicas, además de "un inmenso gentío". Las elegías y oraciones fúnebres con que se honró su memoria fueron nutridísimas destacándose las de Justo Sierra.
Posteriormente sus restos fueron trasladados a la Rotonda de los Hombres Ilustres del Cementerio de Dolores, donde se le erigió un monumento.
Para octubre de 1917, el estado de Coahuila reclamó las cenizas de Acuña que finalmente fueron trasladadas a Saltillo y yacen en la Rotonda de los Coahuilenses Ilustres del Panteón de Santiago de su ciudad natal.

Tomado de: http://www.amor.com.mx/biografia_de_manuel_acuna.htm


 Escena de la película "Nocturno a Rosario" (1991)

lunes, 23 de mayo de 2011

El romanticismo II


Pocos contemporáneos de Beethoven comprendieron sus obras tardías que, de todos modos, eran tan personales que difícilmente se las hubiera podido imitar. Su influencia sobre los compositores posteriores emanó principalmente de las obras del período intermedio, sobretodo de los Cuartetos Rasumovsky, las sinfonías Tercera, Quinta y Novena y las sonatas para piano. Incluso en estas obras no fué el elemento clásico en el estilo de Beethoven, sinó más bien el elemento revolucionario, el espíritu libre, impulsivo, misterioso, demoníaco, la concepción subyacente de la música como modo de expresión propia, lo que fascinó principalmente a la generación romántica.
Beethoven dio respuesta en su música sinfónica al renovado énfasis del romanticismo en la superación del individuo. Ésta fue también la edad del héroe, por lo que su Tercera Sinfonía fue titulada Heroica, con la cual el concepto de la sinfonía heredado del siglo XVIII adquirió nuevas dimensiones, con un primer movimiento que rebasaba las fronteras entre la forma sonata, una marcha fúnebre por la muerte del héroe, un scherzo dinámico que reafirmaba la energía del ideal heroico y un juego final de variaciones sobre un tema, que Beethoven asociaba con Prometeo, el dios desafiante que robó el fuego para dárselo a los hombres. La Quinta Sinfonía engloba un acto de desafío humano al destino, con su diminuto tema inicial que contiene suficiente energía para dar vida a toda una partitura y su Novena Sinfonía hace estallar la forma sinfónica con el ''An die Freude'' de Friedrich Schiller.
Como escribió E.T.A. Hoffmann: ''La música de Beethoven pone en movimento la palanca del miedo, del pavor, del horror, del sufrimiento, y despierta precisamente ese anhelo infinito que es la esenciadel Romanticismo. En consecuencia, es un compositor totalmente romántico...''. Hoffmann no dejó de advertir ni de apreciar la importancia del a estructura y del control en la música de Beethoven, ni en la de Haydn y Mozart...a quines clasificó asimismo de ''románticos''. De lo que no hay duda es que después de él nada pudo ser lo mismo; había abierto las puertas de un mundo nuevo. 




El romanticismo I

EL ROMANTICISMO

Si en la Ilustración brillaba la luz, en el Romanticismo nos abruman las tinieblas. Bajo el nombre de "Romanticismo" se esconde un grito desgarrador de libertad. Después de la caída de Napoleón, el Romanticismo, es una vía de escape para las jóvenes generaciones que aspiran a encarnar los principios revolucionarios.
El objetivo principal del arte no es la belleza, sino la expresión y sentimientos que pueden abrir horizontes mucho más amplios.
Emerge un deseo de que aparezca lo nuevo, insólito, oculto, reprimido, en una palabra, lo sublime, lo que está más allá del límite. Esta ansiedad provoca mucho más placer estético que la belleza.
Prima la subjetividad en detrimento de lo objetivo. Por medio del arte se intenta expresar el mundo interior del artista, aunque para ello haya que recurrir a mundos oscuros, penumbras o sueños.
Cobra importancia el tema de la magnitud. Se siente el mundo como algo inabarcable a lo que el hombre es incapaz de llegar. Esto genera un sentimiento de inferioridad y una angustia ante las fuerzas incontrolables de la Naturaleza.
Impera la Historia Nacional. En el Romanticismo se alza el orgullo de las lenguas locales, las raíces profundas de los pueblos natales. Se buscan los orígenes remotos de lo primigenio.
 Amor a la Edad Media y sus valores: ruralización, feudalismo y por lo general, todo aquello que rechazaba el racionalismo ilustrado.
Se impone el gusto por lo exótico. Se valora lo distinto, de ahí que la mirada se fije profundamente en mundos orientales.

Tomado de http://www.spanisharts.com/history/del_neoclasic_romant/romanticismo.html

domingo, 22 de mayo de 2011

Neoclasicismo III

JOSÉ JOAQUÍN FERNÁNDEZ DE LIZARDI


Neoclasicismo II

El neoclasicismo en pintura y música:



El neoclasicismo en la literatura:



Neoclasicismo I

Neoclasicismo.
Fue un movimiento que se produjo en Europa en el siglo XVIII ante los cánones ya agotados del clasicismo, al producirse el desgaste de las culturas barrocas, que aspiraba restaurar el gusto y las normas del clasicismo. En la época neoclásica, el color pasa a un segundo plano y adquiere mucha importancia el dibujo; es decir, el trazo puro, y el color es aplicado sólo como complemento.
Este arte trató de imitar los estilos utilizados antiguamente en Grecia y Roma, por la influencia de los descubrimientos arqueológicos como los de Pompeya y Herculano. En pintura David fue el máximo exponente del neoclasicismo francés, que contó con pintores como Gross, Gèrard, Prud´hon e Ingres, aunque en algunos de ellos ya apuntaba el germen del Romanticismo, movimiento estético que habría de suceder al neoclasicismo.
CARACTERÍSTICAS GENERALES. Inspiración en las obras de la época clásica, que se tienen por perfectas y definitivas. Aspiración a una belleza ideal, nacida de la exacta relación de las partes, según medidas dadas por la razón. En las artes plásticas: dibujo impecable, contornos cerrados, volúmenes modelados de modo que da la ilusión de redondez de los cuerpos; colorido suave y composición simétrica y estática.
ARQUITECTURA: Se caracterizó por la simetría, la elegancia y la sobriedad, el empleo de un solo orden (dórico, jónico o corintio, en lugar de la superposición barroca); además del énfasis sobre los valores lumínicos, la división tripartita de la fachada con tímpano central, la eliminación del color, el gusto por los arcos de triunfo y las columnas conmemorativas.
ESCULTURA: Los escultores centran su interés en los ideales estéticos y los procedimientos técnicos de la estatuaria antigua. El italiano Canova fue el más destacado, seguido del danes Thorvaldsen, educado en Roma; otros representantes de la época son: Bartolini, Rude, Pradler, Flaxman, entre otros.
PINTURA: Tomó como modelo la estatuaria antigua y el siglo XVI italiano (Rafael). El artista que contribuyó de modo definitivo a afirmar el nuevo estilo fue David, quien influyó en artistas franceses de la talla de Ingres, Gerard y Prud´hon. En E.E.U.U. la influencia italiana e inglesa se fundieron. (Articulo enviado por: Lluvia Velandia, lluviadelv@hotmail.com)